Entre la abundante y diversa flora arbustiva del Valle de Lecrín encontramos el romero. Un arbusto leñoso típico de las regiones mediterráneas.
Crece preferentemente sobre suelos sueltos o rocosos sin importarle demasiado su composición. Así por ejemplo le gustan los suelos calcáreos, pero es una de las pocas especies que soporta el suelo ácido de los pinares.
Es una planta que produce una abundante y prolongada floración, algo muy apreciado por insectos y apicultores de la zona.
La miel de Romero, junto con la de azahar, son de hecho las más típicas del valle.
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